El contenido del  artículo de Harold Benjamín, lo entiendo desde una perspectiva histórica –evolucionista, debido a que  cada época se identifica con sus características contextuales, las cuales  se ubican en las etapas de evolución del pensamiento humano, las mismas tienen que ver con las formas de pensar en la etapa de lo  mítico, lo filosófico y lo científico.  Es de indicar que  este autor a través de este  discurso reflejo un currículo de enfoque de herencia cultural, que para Harry William, citado por Gimeno S, J. (1991) la educación era “el proceso mediante el cual el individuo es elevado entre la especie”,  esto se interpreta que el currículo ofrecía a los niños la sabiduría de la raza y las instituciones cumplían el deber de transmitirlas de generación en generación.  
              Esto quiere decir que en cada etapa,  el hombre presenta necesidades  ajustadas a  las circunstancias que le permitieran sobre vivir, de allí que el aprendizaje y la enseñanza se debe adaptar a cada época,   de la misma manera se interpreta  que las destrezas y habilidades, no todas se consideran   perecederas,  en una época fueron útiles, y  nuestros pasado pudieron sobre vivir,   porque  respondían  a las necesidades de la sociedad en determinado tiempo.  Pero  a medida que se dan las transformaciones, van perdiendo provecho, hasta dejar de ser útiles, entonces queda repensar  el aspecto curricular; los contenidos, métodos, estrategias y accionar para redimensionar el currículo tomado en cuenta todos sus componentes. 
     En este sentido  se interpreta que el currículo, Dientes de sable está dirigido a  incrementar contenidos generales, que no dan garantía de un aprendizaje positivo, de allí que los elementos  curriculares, incluyendo la planificación escolar no responden  en si, como tal, es decir que no basta con tener un excelente currículo, sino que en su desarrollo el maestro o maestra, profesor o profesora  logre la interconexión entre contenidos, métodos, técnicas que tomen en cuenta el contexto del alumno.  Al respecto es necesario señalar   la relación a mi entender de “dientes de sable” , una vez que existió un tigre en el Asia que se llamó Dientes de sable, y esta la creencia de que sus dientes, los cuales se asemejan a una arma filosa, “el Sable”   es donde está su poderío, pero no es así, el poder del tigre está en la combinación de sus músculos con las garras y la forma que adopta para atacar, con estos elementos desarrolla una fuerza que lo hace dominante ante sus adversarios,
       Finalmente, es de indicar que estos planteamientos significan o se relacionan en lo que el currículo, en sí mismo no significan el fin, requieren de  unas estrategias de una dirección, de unas decisiones  administrativas, de las actitudes de los accionantes de la enseñanza y el aprendizaje,  es decir combinaciones de los elementos curriculares, para el logro de los objetivos educacionales. Es decir el currículo es una variable independiente que hace dependiente la enseñanza y el aprendizaje, con el accionar del quehacer educativo.
   Sin embargo, en la actualidad estamos inmersos en un clima incierto, en una inestabilidad que  nos afecta en todos los sentidos del ser humano, esto indudablemente incide en la implementación y desarrollo del currículo, en todos los subsistemas de educacion, porque en educacion superior, oficialmente no hay uniformidad, en algunas instituciones se han realizados los rediseños y diseños actualizándolos en prácticas y contenidos, mientras que en otras los cambios son de títulos,  y quedan en alma y sentido del docente, mientras que en la educación básica y las otras, no terminan de concretarse.  Mientras tanto se asume   “El aprender a aprender”  
   Referencias bibliográficas
Gimeno S.J. (1991). El Currículo: Una reflexión sobre la práctica. 4ta.ed. Morata. España.
  Pozo J.I. y Gómez M.A. (2006) Aprender y enseñar ciencia. 5ta. ed. Morata. Madrid. 
 
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