Se trata de un artículo publicado en el año 1939 en los Estados Unidos, por Harold Benjamin presentando a través de un discurso satírico el origen del currículo desde los mismos inicios del hombre. El texto está distribuido en las diferentes etapas históricas en donde los contenidos, métodos, recursos y técnicas de aprendizaje son producto de las necesidades individuales y colectivas de sobrevivencia.
Hace uso de las imágenes y descripciones de la época del paleolítico, y logra a la vez representar el cuadro educativo actual, en donde las reflexiones y análisis del currículo es el motivo de encuentros y desencuentros formales e informales del diario vivir en muchos contextos no solamente educativos.
Queda claro las premisas de razonamiento y crítica de la escuela actual, a ella se la exige que el estudiante sea capaz de gestionar sus propios aprendizajes, que promueva las capacidades y competencias en los estudiantes y no solo el conocimiento teórico con técnicas programadas con fecha casi inmediata de caducidad, que logre la construcción de un nuevo ciudadano capaz de pensar, analizar, crear, sentir, disentir, dialogar, negociar y demás habilidades sociales necesarias para el desenvolvimiento de la era del conocimiento y del mundo cibernético.
En este sentido, el recurso para realizar las metas educativas citadas como las ocultas, es el currículo, que hasta la actualidad se ha mantenido organizado a través de áreas del conocimiento, disciplinas y en el mejor de los casos con presencia y manejo de los ejes transversales. Los métodos y técnicas han evolucionado lentamente, se adoptan modelos y paradigmas educativos como garantías de logros de calidad educativa, siendo la realidad todo lo contrario.
Por otra parte, los docentes son los ejecutores directos del currículo, sin tener la conciencia de que son ellos los que a través del currículo mantienen y reproducen ideologías políticas que ejercen el poder para mantener esquemas socioeconómicos establecidos en las líneas de gobernabilidad.
En fin, se puede deducir que todos y cada uno de los elementos que conforman la curricula tienen su rol fundamental, sin embargo es importante hacer hincapié que el conocimiento, junto con el hacer, ser, convivir y sentir son los pilares de la educación actual y que con una pedagogía fundamentada en la investigación, afecto y respeto al estudiante, motivo y razón de ser de todo el aparataje burocrático educativo, se podrá alcanzar esa tan buscada calidad educativa.
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