viernes, 15 de octubre de 2010

Prof. América Belinda Cisneros Escalona interpreta la Sátira Dientes de Sable

El proceso comunicacional definitivamente tiene diversidad de caminos, estos indiscutiblemente son vistos o no por quienes se pasean por ellos, así es la educación y así se presenta esta idea, hoy centrada en el objeto de comprender de que se trata el curriculum y el proceso educacional.

Ahora bien, se debe estar claro en el estilo, el cual lejos de ser como cualquier sátira de orden burlista, se considera un extraordinario propósito de orden moralizador que nos hace partícipes de reflexiones que pueden ser oportunas en los nuevos tiempos. Así mismo, como todo género literario de este orden, Curriculum Dientes de Sable se centra en planteamientos que representan blancos de críticas, dejando abierta una ventana al sarcasmo y la ironía; evidente sátira de Harold Benjamin, publicada en 1939; y cuyo tema central nos invita a reflexionar sobre las primeras “materias” del currículum: formar a los jóvenes en el arte de capturar peces, cazar caballos lanudos a garrotazos y asustar con fuego a los tigres de dientes de sable. De allí, la reflexión profunda, enmarcada en aspectos de transferencia a planteamientos teóricos que con el devenir del tiempo nos hacen interpretar de diversas maneras la realidad planteada en Curriculum Dientes de Sable.

En primera instancia, se debe considerar que en la sátira se apertura el discurso señalando la característica principal que define a quienes de alguna manera hacen vida activa en el fortalecimiento de la educación y el curriculum: la iniciativa, valor asociado a los que emprenden el construir caminos por vez primera y romper con paradigma. Y se preguntaran quienes lean este comentario, ¿cuál paradigma?, si el tiempo medieval en el que se remonta la historia no existía concepción previa. Y allí mismo, de manera armónica el autor señala que ese protagonista principal creador de aquellas primeras “materias”, solo observa en silencio, dejando ver que en su interior se estaban germinando saberes, ideas, preguntas, respuestas, que atendía a la jerarquización de sus necesidades y que permitieron el fluir de aquello mágico e innato que no se desprende sino del interior del ser humano que ha dado paso a niveles de raciocinio y discernimiento. Pero, estas ideas no son las materias básicas, esto no representa ni la primera lección, al contrario es lo que da pie a procesos organizacionales, también propios de la existencia humana, a la manera en que se piensa, a la manera de como transmitir esa información, saber o pensamiento a otros, sin pretender explicar que paso en el interior de quien se ha dado cuenta de una idea y que lucha por comunicarla, proceso que hoy identificamos como conocimiento, infinito que se hace relativo e inexistente si se guarda en códigos intraducibles en lo más profundo del ser.

Queda claro, allí en esta primera parte, un eslabón de orden curricular permanente en el tiempo, que hace la base del todo y las partes, aun con el transcurrir de la historia y que visto desde los conceptos de la Teoría de la Transposición Didáctica, teoría estudiada en mi proceso de investigación, podrían situarse en los saberes originarios y científicos, en los saberes que representan la epistemología y fundamentación; que permitirán el surgimiento de nuevos saberes asociados a las necesidades detectadas, las cuales responderán a las observaciones registradas. En este orden de ideas, es propicia la ocasión para señalar los procesos comparativos, los procesos de análisis dados cuando se enfrentan estudio, más creaciones educativas y curriculares. De allí, que en la sátira se mencionan diferentes momentos de observación del comportamiento humano, cubriendo los niveles en edad y espacio, cuando se observa el juego en los niños y cuando se observa el comportamiento de los adultos en diferentes acciones junto con su interacción el medio ambiente. Ahora bien, estos saberes también son de orden científico y originario si aplicamos según estos tiempos un estricto y riguroso método científico que indiscutiblemente parte de la observación.

Por otra parte, pasada la mencionada primera experiencia, surge el cómo transmitir a otros lo aprendido, creando así los pasos a seguir, que una vez escritos o transcritos, según la Teoría de la Transposición Didáctica, representa el saber a enseñar; de allí los nombres de las materias, por la acción a seguir, de allí los pasos a desarrollar, lo que hoy identificamos como estrategias y que sistemáticamente dirigidas constituyen una transformación y evolución en el ser humano, así como en las diferentes sociedades. Claro, en la sátira se hacen planteamientos irónicos describiendo ambientes y momentos distintos donde esa acción, materia o estrategia, resulta inútil. Y he allí el asunto, que identifica en los procesos una continua optimización asociada a los saberes científicos para no caer en disociaciones y vacios educacionales. Sin embargo, esta experiencia de “Puño Nuevo” vista detalladamente, es decir desde los planteamientos que fueron útiles el aquellos tiempos, sin duda nos da varias lecturas, si lo que intentamos es comprender y criticar la educación, así se evidencia una ya mencionada, que indica la urgencia de actualizaciones constantes en los procesos de educación, a fines de responder a las nuevas exigencias, necesidades y realidades, otra referida a la importancia de tener un estímulo que ejemplifique el cómo enfrentar determinadas situaciones, a fin de dar pie a procesos de transferencia y otra quizás asociada a los planteamientos de esos viejos que se mencionan en la sátira, un poco más conservadores que miran el fondo y no la forma y que sin lugar a duda dejan entre ver, que se trata de la sobrevivencia y la evolución más que de una rigurosa tarea a seguir, por ello el surgimiento de nuevos pensantes que propician nuevas tendencia e ideas curriculares, evidentemente adaptadas a la actualidad y que libres de concepciones preconcebida se permiten ver, hablar y producir.

En éste orden de ideas, me pregunto si ya están escribiendo o transcribiendo el saber a enseñar en los diferentes niveles y modalidades del sistema educativo, si se han expuesto modelos a seguir dentro del nuevo curriculum educativo de nuestro país. O, ¿Será que le temen a los dientes de sable? O, ¿Aún estamos en aquella tribu? ¿Es que se han olvidado observar, discernir, actuar y obvio escribir para dejar huella y crear escuela?. Y me respondo inmersa en esta actual tribu y sociedad, donde se lucha por satisfacer necesidades aún asociadas al alimento y al miedo, afirmando que existen muchos talentos y muchos Puño Nuevo, que debe asumir la responsabilidad de guiar. Dejémosle el espacio para que transcriban y opinen, creo que ya han observado bastante; y ya no está ni el tigre, el agua está turbia y puede que el caballo se valla lejos.

Por ello, debo resaltar que esa experiencia de impartir la enseñanza como tal, de generar la educación en un espacio determinado con un curriculum determinado, hace ver un nuevo saber el cual es el que propiamente se desarrolla y es el denominado según la Teoría de la Transposición Didáctica, el saber enseñado, con el objeto de traer acotación una vez más que en los nuevos tiempo hace falta renovar, optimar y enriquecer el proceso educativo entre todos sus miembros, que miran, que observan, que ven otra realidad, no vista por quienes somos de otros momentos y que surgen de ese convivir e integración social. En éste sentido, se vislumbra aun la esperanza de saber que seguimos siendo humanos, con capacidad de raciocinio y de una inventiva que seguro permitirá optimar el curriculum y la educación de un país que clama desarrollo y evolución.

Finalmente, lejos del sarcasmo y la ironía hace falta una moralización que enmarcada en los pasos rigurosos propios de las actualizaciones curriculares y la academia generaran otros saberes a enseñar, ajustados a nuestra realidad actual y respondiendo a las necesidades más básicas del ser, las cuales siempre fueron las que se debía atender por Puño Nuevo, hombre de inventiva y que dio pie, en esa significativa sátira, la transformación social en todas las áreas.

Referencias Bibliográficas

Caravantes, C. El Currículum Dientes de Sable. Recurso disponible en: http://www.ceuarkos.com/Vision_docente/revista5/t4.htm [consulta Web: octubre de 2010]

Chevallard (1991). La transposición didáctica.

Morin, E. (2005). Introduction à la pensée complexe. Paris: Seuil.

Ugas F., G (2008) La complejidad un modo de pensar. San Cristóbal del Táchira, Venezuela.

Taller permanente de estudios epistemológicos en ciencias sociales. Lito-formas.

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