lunes, 6 de diciembre de 2010

REFLEXIONES SOBRE LA REFLEXIÓN… Mcs. Yadirna Omaña (Artículo Nº 5)


Hace algunas semanas, la profesora de esta materia nos exhortó a prepararnos para iniciar la discusión sobre “teorías y prácticas educativas actuales en Venezuela, así como los diferentes sistemas y modalidades”. De inmediato me dispuse a indagar al respecto y comencé por revisar el material de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) facilitado por ella… ¡Mayor sorpresa! A estas alturas de mis reflexiones, no me avergüenza unirme a las filas de quienes han tenido que aceptar la realidad, recitando las palabras de Sócrates. Admito desconocer –a profundidad- los diversos programas y proyectos adoptados por el actual gobierno venezolano y que ahora conforman nuestro sistema educativo. La exploración realizada arroja una extensa selección de propuestas que abarca todos los niveles, que fueron concebidos con un enfoque particular y que persiguen un objetivo específico. No en vano se denominan planes estratégicos.

En la mencionada búsqueda de información, lógicamente recurrí a nuestro blog procurando referencias de fuentes tan directas como son los compañeros que se desempeñan laboralmente en dichos proyectos y programas. Así pues, obtuve más de lo que buscaba. La visión de Aura Sambrano me invitó a cavilar respecto al contenido de aquel material de la OEI. Imposible compartir su preocupación en cuanto a la formación académica necesaria para desarrollar la economía del país, a la existencia de dudas especialmente sobre la calidad tanto de los proyectos como del profesional egresado bajo la administración de los mismos. “Muchas son las críticas que comúnmente se hacen, de las misiones como la Sucre, Alma Mater, Misión Rivas, entre otras que este gobierno ha implementado” (Sambrano, 2010). Ella propone evaluarlos curricularmente. Un enorme trabajo, pero ciertamente imprescindible. Son mundos aparte, de los cuales sabemos carecen de una apropiada interconexión desde el punto de vista curricular.

En efecto, las aulas de clase de nuestro Doctorado en Educación son escenario frecuente de enriquecedoras discusiones donde compartimos contenidos comunes, desde perspectivas muy diversas, pues en cada cohorte conformamos una especie de equipo multidisciplinario. Sin embargo, los comentarios de quienes tienen la bendición y la dicha de trabajar con el nivel de educación inicial –por ejemplo- a menudo argumentan, dan opiniones y aportan experiencias por demás edificantes que resultan absolutamente ajenas a nuestra cotidianidad a quienes ejercemos la docencia en el nivel de Educación Superior. Y mucha es la información que conocemos por referencia, ya que proviene de estudiantes que cursan los aludidos programas; de docentes que los imparten; o nos enteramos porque en nuestro entorno de praxis educativa lo padecemos y se hace notar. Por otra parte, numerosas son las discusiones que he presenciado entre docentes que defienden tales propuestas a ultranza y aquellos que las detractan –sin conocer de cerca su basamento ni su praxis y, muchas veces, fundamentados sólo en sus tendencias ideológicas-.

Es en este punto donde toma fuerza mi reflexión: ¿Son infundadas las dudas? ¿No deberíamos experimentarlo directamente para hablar con propiedad? Al menos a mi me gustaría, pues no revisar los diseños curriculares y criticar el programa equivale a sentenciar a un ciudadano sin haber revisado su expediente… La formación de tercer nivel que hizo posible nuestra incorporación al programa de Doctorado no garantiza nuestro conocimiento acerca de todos los subsistemas y modalidades educativas que conforman el aparato educativo venezolano. Por lo tanto, tomando en cuenta que muchos doctorandos en Educación no hacemos vida académica en ciertos niveles del sistema educativo del país; reconociendo que el país ha experimentado (y continuará haciéndolo) muchos cambios en su organización educativa; y sobre todo, basándome en la convicción de que el verdadero objetivo de un Doctorado en Educación no puede desvirtuarse al punto de permitir que posturas políticas se conviertan en el eje conductor de nuestros razonamientos y disertaciones, considero recomendable extender algunas propuestas a la cátedra de Estudio Crítico del Currículo y al Programa de Doctorado en Educación:

· La inclusión -en las cátedras- de frecuentes charlas de actualización sobre nuestro sistema educativo, en toda su extensión; así como mesas de trabajo. Esto, adicionalmente a los eventos especiales, a los cuales generalmente se asiste dependiendo de qué tan afines son con preferencias propias. El propósito es acercarnos al conocimiento. Pues vayamos a las fuentes, deslastrados de toda subjetividad.

· La incorporación al programa de una especie de “práctica profesional” en la que podamos llevar a cabo la observación sistemática, entrevistas, visitas, y otras actividades que real y efectivamente nos pongan en contacto directo con escenarios que no necesariamente conocemos por ejercer la docencia.

Parte de la misión de los Estudios de Postgrado de la Universidad de Carabobo es “…desarrollar relaciones con diversos sectores para contribuir al bienestar social” (Reglamento General de Postgrado UC, 2006: 12). En concordancia con lo anterior, sería prioridad para dicho Programa facilitar y propiciar espacios, encuentros y recursos para nutrirnos de la experticia de todos e intercambiar información veraz, fidedigna y actualizada sobre escenarios a los que no tenemos acceso directo, a pesar de pertenecer al mismo ámbito educativo. Para ostentar el título de Doctores en Educación estamos obligados a conocer el sistema por todos sus flancos… y yo quiero más que eso. Quiero tener una visión amplia de lo que me circunda, quiero ser objetiva al analizar la realidad de mi país, quiero “profundizar mi formación como talento humano profesional”; “generar y socializar el conocimiento...” para enfrentar nuestra realidad educativa tan llena de carencias haciendo uso del “pensamiento multilineal, reflexivo, creativo e innovador” (2006: 12).

REFERENCIAS
Organización de Estados Ibero americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, OEI. [Documento en línea]. Disponible: http://www.oei.es/oeivirt/recursos_internet_paises_venezuela.htm [Consulta: 2010, Octubre 07].
Reglamento de los Estudios de Postgrado de la Universidad de Carabobo. (2006). [Documento en línea]. Disponible: http://postgrado.face.uc.edu.ve/controlface/images/archivos/reglamento_general_de_postgrado.pdf
[Consulta: 2010, Noviembre 29].
Sambrano, A. (2010). En relación al (PNF) Programa Nacional de Formación. Valencia (Venezuela): Trabajo realizado para Estudio Crítico de la Educación y su Currículo. Doctorado en Educación. [Documento en línea]. Disponible: http://www.blogger.com/home?pli=1 [Consulta: 2010, Noviembre 27].

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