martes, 9 de noviembre de 2010

Complementariedad y complejidad del currículo

Reflexión N° 4

Participante: Y. Campbell

Se dice que vivimos en una época de contingencia donde no existe certidumbre de los hechos o acontecimientos que acaecerán a nuestro alrededor. La globalización y la relatividad del conocimiento obligan a quienes nos ocupamos de los menesteres educativos a replantearnos la tarea docente. Esto, evidentemente, pasa por reconsiderar el currículo vigente en cada sociedad. Rodríguez y Polo (2009) han concebido el currículo como “el conjunto de actividades y relaciones desarrolladas en las instituciones escolares, basadas en el diseño curricular, guiadas por los docentes y destinadas a la formación de los alumnos…” (p.23).

Si revisamos el conjunto de actividades que orientan el trabajo pedagógico en nuestro país observamos que han sido concebidas de manera lineal y de forma disciplinar, es decir, presentando el conocimiento, la realidad y la vida de manera parcelada y fragmentada con tal rigidez que no responden a las demandas de una época de contingencia, donde la incertidumbre y el ritmo acelerado de cambios y transformaciones a nivel de lo social, de lo económico y de lo político es la constante. En este contexto el conocimiento aparece como un factor sin modificaciones sustanciales olvidando el impacto que hoy en día tienen las nuevas tecnologías y los adelantos tanto de las ciencias naturales, como de las ciencias sociales.

Este estado de cosas ha llevado a muchos estudiosos a reflexionar en torno de la necesidad de elaborar un currículo que responda a las nuevas demandas sociales, lo que significa entonces que el acto educativo debe reevaluar el carácter social y humanístico de la educación: ésta exige la formación de un nuevo “ser social” con capacidad de comprender y de interpretar su realidad. Esta nueva visión de hombre asume la complejidad tanto de la naturaleza humana como de la naturaleza social. Nos enfrentamos, entonces, a situaciones problematizadas y debemos estar en condiciones de enfrentarlas y resolverlas con creatividad.

¿Cuáles son las características de esta nueva visión curricular? En primer lugar ha de ser flexible, que esté en transformación permanente, bien sea de medios, de ritmos y contextos de aprendizaje y de enseñanza. Siempre abierto a los cambios. Preparado para enfrentar con éxito situaciones no previsibles. En segundo lugar, debe enfatizar el carácter interdisciplinario y transdisciplinario del conocimiento, lo cual permitirá la integración y articulación de saberes y evitará la visión totalizadora y parcelada del conocimiento para, de esta manera, reformar el pensamiento docente. En tercer lugar, el currículo complejo requiere trabajo con el entorno, con el contexto social y cultural en los cuales se desenvuelve el estudiante.

Se sabe que el conocimiento no es el resultado de la memorización sin sentido de ciertos contenidos, al contrario, exige la capacidad de relacionarse con situaciones de la vida diaria. El docente no sólo debe preocuparse por el desarrollo cognitivo de los discentes: también debe ocuparse por la formación ética y por la formación de su personalidad en vías de lograr una sociedad más justa y solidaria, donde aprendamos a convivir con el otro respetando las diferencias. En último lugar, este currículo resalta la capacidad de autorreflexión del estudiante y ello no se da sin desarrollar las capacidades lingüísticas. Todo saber, todo conocimiento, la construcción de la realidad está mediada por el lenguaje. Si no hay un desarrollo de estas capacidades no podremos transformar nuestra realidad, debido a que en las prácticas educativas es imprescindible la resolución de conflictos a través del diálogo y de la concertación.

En los actuales momentos la escuela se enfrenta a un nuevo reto porque “La educación ya no podrá estar dirigida a la transmisión de conocimientos y de informaciones sino a desarrollar la capacidad de producirlos y de utilizarlos”. (González, 2006:7)

Terminaré planteando la siguiente reflexión ¿Están nuestras universidades actualizadas en materia curricular? ¿Se está desarrollando el conocimiento interdisciplinario y transdisciplinario? ¿Es la universidad venezolana un centro de reflexión lingüística? ¿O por el contrario estamos replicando conocimientos en las distintas áreas del saber?

Referencias

González, J. Los pilares de la educación del futuro.

Disponible en:

http://www.eciperu.org.pe/porta/images/stories/eci2008v/jgonzalez-investigacionaccion.pdf.

[Fecha de consulta: 07/11/2010].

Rodríguez, N. y Polo, M. (2009). Hacia una propuesta curricular alternativa. Caracas: Los Libros del Nacional.

Tedesco, J. (2003). "Los pilares de la educación del futuro". En: Debates de educación (2003: Barcelona) [ponencia en línea]. Fundación Jaume Bofill; UOC. Disponible en: http://www.uoc.edu/dt/20367/index.html. [Fecha de consulta: 09/11/2010].

1 comentario:

  1. Interesante tu postura y análisis, desde esta perspectiva en concordancia con Resnik (1999), quien plantea:

    La aparadoja es que los niños se hacen inteligentes si se los trata como si ya lo fueran. Ésta es la base de la pedagogía constructivista basada en el conocimiento y contiene la clave para lograr que, como resultado de una educación de alta exigencia, la gente pueda aprender a pensar (p.27)

    Con ello quiero decirte primero las escuelas venezolanas no sólo deben plantear en el diseño el modelo educativo sino practicarlo y desarrollarlo, es decir no vale con decir que se es constructivista cuando la praxis educativa es otra, similarmente sucede en muchos ambientes universitarios.

    Por otro lado, antes de enfocar la reflexión lingüística cabe destacar que ésta es el estudio del lenguaje y su utilización. En tal sentido, cabe señalar que uno de los mayores problemas que presentan los estudiantes está enmarcado en la comprensión lectora, obice para comprender también la matemática, lo cual encarece la producción discursiva (allí entramos en otro ámbito). En fin desarrollar la conciencia lingüística es una ardua e imprescindible tarea no sólo para los participantes sino también para el facilitador.

    En fin este apasionante tópico lo podemos discutir más ampliamente en nuestra próxima sesión presencial, debatirlo será nutritivo para todos.

    Thairy

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