jueves, 11 de noviembre de 2010

La Educación Bolivariana desde los Cinco Currículos Simultáneos de Posner (2001)

UNIVERSIDAD DE CARABOBO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DIRECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ESTUDIO DE LA EDUCACIÓN Y SU CURRÍCULO

Héctor Zurita

La Educación Bolivariana desde los Cinco Currículos Simultáneos de Posner (2001)




Desde los inicios de lo que se conoce como Educación Formal al maestro se le ha endosado la responsabilidad de preparar al hombre a partir de sus primeros años de vida, con el objetivo de que este vaya adquiriendo una visión de la realidad de su entorno que le permita proyectar de que forma podrá participar en el futuro en la dinámica del mismo.
Es así que, para facilitar el cumplimiento de esa responsabilidad atribuida al docente, como se estila ahora llamar al maestro, el Estado ha de proporcionarle los recursos necesarios de manera que la escuela a través de los docentes cumpla con su rol, que no es otro que el de preparar para el futuro.
Esa noble tarea debe tener como norte la búsqueda constante del conocimiento necesario para responder las diversas interrogantes que sin duda han de enfrentar el niño y el adolescente, al tiempo que se evite la imposición dogmática de las ideas tanto del Estado como órgano rector del proceso educativo, así como, de los padres y los docentes.

En consideración a lo señalado y tomando como referencia el documento: La Educación Bolivariana, Políticas, Programas y Acciones. “Cumpliendo las Metas del Milenio” elaborado por el Ministerio de Educación y Deporte (2004). Así como, algunas consideraciones realizadas por Posner (2001), relativas a la concepción de los cinco currículos simultáneos presentamos el presente análisis.
De acuerdo a lo señalado por los actores políticos que administran las políticas de Estado y en particular las educativas y así como lo establece la Constitución Bolivariana (1999), la educación es un derecho garantizado al igual que el valor de la escuela pública para la integración social, así como la extensión de la obligatoriedad y la gratuidad, reconoce los derechos de los grupos y las minorías nacionales marginadas, igualmente propone formas de control ciudadano en la gestión de los servicios , al tiempo que compromete un mínimo aceptable de inversión para solventar los obstáculos que puedan deteriorar las condiciones de la enseñanza y el aprendizaje.
Por otra parte, en el marco de los derechos se asume la educación como un derecho humano y un deber social de toda persona, asumiendo la equidad como principio ético político.
Igualmente, estos actores políticos consideran que el sistema educativo transita hacia un nuevo sistema adecuado al modelo de la nueva República establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y revierte la tendencia neoliberal que caracterizó la década de los 90, es por ello que se retoma con una visión pensada y novedosa el Estado Docente, tal como se expresa en el Artículo 3 de la Constitución Bolivariana de Venezuela.
Tomando como fundamento los planteamientos descritos hasta ahora, el gobierno venezolano consideró la necesidad de construir un Proyecto Educativo Nacional, en torno a la consideración de la educación como elemento esencial para alcanzar un desarrollo endógeno.
Al respecto crea el modelo de equilibrio social que atiende integralmente la educación del ser social a través de los siguientes programas:

Símoncito, este programa tiene su fundamentación en el proceso de formación y desarrollo socio-cultural de los niños y niñas de cero a seis años; y persigue entre sus objetivos desarrollar las potencialidades físicas, cognitivas, lingüísticas, afectivas y psicomotrices; al mismo tiempo que forma en competencias de aprendizajes, habilidades y destrezas, para garantizar la igualdad de oportunidades.

La Escuela Bolivariana, destinada a la atención de los niños y niñas desde siete años hasta los doce; en ella el currículo se administra en consideración de la implementación y desarrollo de experiencias pedagógicas innovadoras, atención alimentaria, realización de actividades complementarias del área cultural y deportiva en el marco de un espacio de convivencia constructiva y en concordancia a las exigencias académicas y atención integral a la planta física escolar. En ese sentido se conforma un escenario donde todos los miembros de la comunidad educativa, incluyendo a los alumnos, elaboran el Proyecto Pedagógico Aula, a partir del conocer, el saber, el hacer y el convivir.

El Liceo Bolivariano, dirigido a la atención integral de la adolescencia y la juventud temprana es decir, a la población ubicada entre los doce y dieciocho años. El perfil curricular que estructura el pensum respectivo responde a la concepción integral de la educación como continuo humano, brindando una atención integral de educación y formación del nuevo republicano.

La Escuela Técnica Robinsoniana, al igual que el Liceo Bolivariano atiende al joven y la joven, su base fundamental es la diversificación de la educación haciendo énfasis en el sector productivo y en el desarrollo de las escuelas granjas y escuelas técnicas, comerciales, industriales y agropecuarias.
La Universidad Bolivariana, dirigida a la educación profesional del joven y adulto.
A partir de los programas descritos, la dirección política del Estado, señala como categorías de la Nueva Escuela que dan esencia a la Educación Bolivariana, las siguientes:

La Escuela, espacio para la producción y la productividad: Orienta la formación en el valor trabajo, fortalece la práctica productiva escolar con la filosofía de “Aprender haciendo y enseñar produciendo.” Tiene como propósito desarrollar un sistema de acción pedagógica, que permita incorporar los diversos sectores de la sociedad rural y urbana en la función educativa a objeto de impulsar la Seguridad Alimentaría, la agricultura urbana y peri urbana, como política de Estado.

La Escuela, espacio para la paz: Orienta el desarrollo de los valores de paz, tolerancia, diálogo, convivencia y solidaridad en los espacios escolares y su entorno. Se articulan acciones preventivas y de seguridad con organismos e instituciones gubernamentales.

La Escuela, espacio de formación integral: Orienta la discusión curricular con pertinencia social. Integra a la comunidad y al lugar a los procesos pedagógicos y los incorpora como parte de la formación integral.

La Escuela, espacio de creación y creatividad: Orienta el desarrollo del intelecto, de la salud física, de la voluntad de hacer. Propicia la correspondencia entre mente –manos-cuerpo y espíritu.

La Escuela, espacio de salud y vida: Orienta la prevención, protección y defensa de la salud como derecho humano y fomenta el desarrollo biopsicosocial del nuevo republicano.

La Escuela, como centro del quehacer comunitario: Orienta la participación y el protagonismo de los sujetos de la comunidad educativa bajo los principios de corresponsabilidad, en la que intervienen todos los actores del hecho educativo.

La Escuela, espacio de comunicación alternativa: Orienta la creación de medios de comunicación para la formación de ciudadanos y ciudadanas en la divulgación e interpretación de la información veraz y oportuna de manera reflexiva y crítica.

La Escuela, espacio para las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC): Orienta la posibilidad de universalizar y democratizar la información.

La Escuela, espacio de innovación tecnológica: Crea las condiciones para que estudiantes, docentes y comunidad desarrollen la capacidad propia de innovar tecnología con base a las cualidades específicas de lugar, tiempo, necesidad y aporte a la solución de los problemas en los aspectos del ser, saber, hacer y convivir humano para su propio desarrollo haciendo de la escuela el espacio de su practica constante.

En este contexto, el gobierno venezolano; a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, plantea una transformación curricular y calidad educativa, tomando como base teórica la concepción y visión del hombre como ser social y sus etapas de desarrollo, el enfoque humanista, la Constitución de la República Bolivariana, el documento preliminar del Proyecto Educativo Nacional, entre otros.

Igualmente, establece como enfoque metodológico, la construcción colectiva y participativa, considerando la práctica pedagógica desde las experiencias desarrolladas por los docentes en el aula, así como la participación de todas y todos los sujetos del hecho educativo, mediante el debate y la discusión.

Ahora bien, considerando lo descrito anteriormente como política de Estado, al analizarlo con base a lo establecido por Posner (2001), en su texto sobre análisis curricular, observo:

Que el currículo que se está ofertando para cada uno de los programas es ubicado conceptualmente en lo que Posner señala como reporte de experiencias o aprendizajes reales y no de planes, intenciones o expectativas, lo cual implica la eliminación de la función controladora del currículo y por ende la responsabilidad de los docentes y estudiantes.

Que hay una presencia del currículo oficial, en el entendido de que lo planteado en cada uno de los programas es referente de la política del Estado (Docente), así mismo se aprecia el hecho de estar documentado o guiado por la intención de alcanzar unos objetivos determinados, al tiempo que cumple con el propósito de proporcionar al docente las bases para su planeación.

Por otra parte, se aprecia la existencia del currículo operacional en el sentido que los programas propuestos indican de alguna forma lo que el docente enseña y la comunicación de los resultados al estudiante.

Igualmente, se detecta la presencia del currículo oculto al permitir la posibilidad de hacer uso de las experiencias derivadas de la práctica pedagógica de los docentes, así como, la participación de todos los sujetos que intervienen en el hecho educativo a través del debate y la discusión .

Que al considerar a los grupos étnicos respetando su cultura y brindándoles la oportunidad de diseñar su propio currículo, hace posible que se pueda considerar la existencia del currículo nulo, en el entendido de que este permite la enseñanza de temas o contenidos que tradicionalmente no son considerados por la llamada mayoría poblacional.

En relación al extra currículo, se puede señalar que también está presente en el entendido de que las categorías que fundamentan los programas hacen posible y de alguna manera exigen la planificación basada en la experiencia para dar respuesta a los intereses del estudiante.

Por último, considero que es importante abordar este análisis desde los resultados que pueda arrojar una investigación fundamentada en el desarrollo de los distintos programas señalados en el documento referido al inicio y así poder contrastar la realidad con los fundamentos teóricos reflejados en el mismo.

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