lunes, 8 de noviembre de 2010

La variabilidad del currículo

Por Héctor Florencio, Martínez Pérez


LA VARIABILIDAD DEL CURRÍCULO

Para hablar de currículo , necesariamente se debe abordar la educación, ya que ésta es la que permite generar cambios significativos en el ser biopsicosocial involucrado en dicho proceso y, por ende, en la sociedad donde aquéllos hacen vida.
El currículo hay que transformarlo y complejizarlo, según sean las necesidades que van surgiendo en las comunidades y el tipo de hombre que se quiere formar. De allí, que es importante tomar en cuenta las normas, leyes y reglamentos de esa sociedad y, de manera intencionada, concertada y cooperativa entre docentes, estudiantes y adultos significativos planificar el currículo, es decir, el qué, cómo, para qué y por qué de las experiencias que se ofrecerán para favorecer el desarrollo integral de los protagonistas principales del acto educativo, los estudiantes. Esto es lo que se conoce como currículum concertado, donde se aprovechan al máximo el caudal intelectual en las actividades realizadas, sin subestimar capacidades de ninguno de los actores.
Ese currículo concertado implica la actuación de un docente heurístico, dispuesto al diálogo y la concertación, capaz de transformar la realidad, sin menospreciar lo bueno que esta última haya generado en su quehacer diario. Además, debe ser recursivo, adaptándose a los nuevos retos y necesidades (ver Currículum Diente de Sable) y de esa manera generar interrogantes como ¿a dónde vamos con esta formación?, ¿con cuáles recursos disponemos?, ¿dónde estamos? y ¿de dónde venimos?.
La construcción curricular, claro, debe apoyarse en sus diferentes fundamentos, los cuales le darán fortaleza y razón de ser para la comunidad de conocimientos donde se encuentre inmersa. El fundamento filosófico, por su parte, contribuye a formar para responder a interrogantes como: ¿qué debe la persona lograr ser?, ¿qué puede lograr ser? y ¿qué debemos enfatizar en el proceso de formación integral del individuo?. En cuanto al fundamento psicológico, en el currículo se busca tomar en cuenta el ¿cómo aprenden los individuos, desde la infancia hasta la adultez?. Aunados a estos dos fundamentos anteriores, está el sociológico, donde se toma en cuenta la sociedad, la cultura y el sistema de valores como guías de formación del individuo que dicha sociedad desea.
Finalmente, como se puede observar, el currículo va de la mano de la Educación, que se hace acompañar de fundamentos filosóficos, psicológicos y sociológicos, sin obviar lo biológico, para, de esa manera, contribuir en la formación de un ser integral y útil (aunque suene redundante) a su sociedad.

2 comentarios:

  1. Hola Héctor, buenas noches muy bueno tú reflexión, pero te puedo comentar que a través de estas prácticas curriculares que esta implementando es estado venezolano a través de las misiones busca formar hombres y mujeres con pensamients limitados y te puedo referir la reflexión que realizó nuestra compañera Nelly Correa. Ella señala el franc, deteriorado y desarticulado hacer educativo en su escenario laboral. Saludos.

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  2. Prof. Héctor, ha tocado un aspecto fundamental y tiene que ver con la necesidad de abordar el currículo concertado para desarrollar las actividades educativas en todas sus modalidades. A propósito de tal planteamiento me pregunto ¿En el escenario de la educación universitaria se está trabajando este currículo concertado? ¿Estamos desarrollando capacidades que generan comportamientos proactivos para transformar la realidad? ¿En qué medida estamos desarrollando la capacidad de los estudiantes para producir y utilizar eficientemente sus conocimientos?
    Y. Campbell

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