lunes, 1 de noviembre de 2010

Los PNFE en la complejidad de Morín, E. Por Marisol Rodríguez.

Al reflexionar sobre los PNFE y su propuesta teórica podemos darnos cuenta de algunas relaciones con el pensamiento de la complejidad propuesto por Morín. Por ejemplo;1. en los lineamientos de los PNFE se reconoce la adecuación de las prácticas de la educación universitaria a la diversidad de los participantes en los procesos de formación, creación intelectual y vinculación social, a sus necesidades y potencialidades. Así también se observa en dicho documento, 2. la consideración de la dimensión planetaria que adquieren muchos de los temas contemporáneos que requieren la integración de acciones académicas de rango tambien planetario. Es decir si los PNFE se abordaran y se ejecutaran sin la contaminación política y dirección del gobierno podríamos afirmar que estaríamos en presencia de lineamientos complejos del y para la educación de un ciudadano universal y global del siglo XXI.
De acuerdo a estos dos aspectos que trato de resaltar y relacionar con la complejidad entonces:
  • Es necesario el pensamiento complejo para gestionar el conocimiento, con el fín de comprender su naturaleza compleja dada por el cambio, la incertidumbre, la multidimensionalidad y la implicación de procesos cognitivos, cognoscitivos y afectivos en todo acto de conocer.
  • En la gestión del conocimiento es necesario que las personas desarrollen el pensamiento complejo para que puedan estar en condiciones de buscar, procesar, analizar, crear, recrear y aplicar el conocimiento con perinencia, flexibilidad, multidimensionalidad, comprensión de la identidad humana, globalidad y sentido ecológico. Esto permitiría pasar de la simple información a la construcción de saber significativo para buscar el bienestar personal, social y ambiental en el presente y para el futuro.
  • Gestionar el conocimiento desde el pensamiento complejo es gestionar el conocimiento con antropo-ética, es decir es gestionar el conocimiento buscando favorecer la autorrealización personal, el tejido social, el desarrollo económico equitativo, el desarrollo socio-ambiental sostenible y sustentable a largo plazo, y el equilibrio ecológico, en interrelación sistémica. Así mismo, es tomar conciencia de las intenciones y resultados de las acciones humanas en los diversos sistemas humanos y ambientales, prevenir errores, reconocer los errores y buscar repararlos con la mayor prontitud posible e integralidad, evitando efectos secundarios.
  • Finalmente, podemos concluir que es necesario el paradigma complejo para gestionar el conocimiento y ello requier entonces que se estudie este paradigma por parte de los académicos, intelectuales, políticos, empresarios, entre otros, y que sea un componente transversla en la formación de los estudiantes.
Bibliografía
Morin, E. (1990) Introducción al Pensamiento Complejo. Editorial Gedisa. España


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