Héctor Zurita
Propuestas de cambios al contexto curricular actual, desde las perspectivas teóricas de Posner (2001) y Morin (2001).
Los teóricos de la educación en el correr del tiempo han manifestado que la educación debe tener entre sus actividades principales, producir cambios en el sujeto, así como, proporcionarle nuevos conocimientos, desarrollar habilidades que le permitan desempeñarse en áreas que en principio le eran de difícil acceso.
Al respecto Posner (2001), sostiene que el contenido del currículo debe estar basado en cinco en cinco (05) perspectivas teóricas, donde cada una de ellas determina cómo se ha de abordar la educación que se quiere impartir, es decir desde una perspectiva:
-Tradicional, que facilite la transmisión de conocimientos sobre la cultura originaria y de la idiosincrasia, de manera que permita la transferencia de dominios y destrezas que hagan posible la adquisición de un nuevo conocimiento. Como lo señala el autor, a partir del dominio básico a uno más complejo haciendo uso de tecnologías y terminologías derivadas de la adquisición de nuevos cocimientos.
-Experencial, que considere que todo lo vivido por el estudiante influirá de manera determinante para alcanzar su aprendizaje, de allí que el currículo debe ser flexible en el sentido de tomar en cuenta las individualidades del que aprende, al tiempo de proporcionar los recursos necesarios para su desarrollo intelectual, social y personal, teniendo como referencia su experiencia.
-Estructura de las disciplinas, que permita hacer uso de ideas fundamentales de cada una de ellas. Esto posibilitará a los estudiantes el desarrollo de sus capacidades intelectuales así como, la comprensión de un gran número de fenómenos.
-Conductista, que guíe al estudiante en el análisis de los comportamientos requeridos para identificar sus capacidades para demostrar las destrezas exigidas en el dominio y desempeño de su conocimiento.
-Cognitiva, que propicie al estudiante construir su propio conocimiento, partiendo de lo ya sabido por él, y hacer uso de ese conocimiento para la toma de decisiones, solución de problemas y establecimiento de sus propios juicios.
Por otra parte y en consideración a los siete (07) saberes necesarios para la educación del futuro señalados por Morin (2001), y en donde sostiene que todo conocimiento arrastra consigo el riesgo del error y de la ilusión, entonces la educación debe tener entre sus metas la identificación de los orígenes de errores, de ilusiones y de cegueras.
Igualmente, el autor indica que para que un conocimiento sea pertinente, la educación deberá entonces evidenciar: El contexto, lo global, lo multidimensional y lo complejo.
Es decir:
-El contexto. Indica que es necesaria la ubicación de las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido y generen el verdadero conocimiento, vale decir menos abstracto y más contextualizado.
-Lo global. Supone el conjunto que contiene diversas partes ligadas de manera interretroactiva u organizacional. Desde allí es posible entender a la sociedad como un todo que está presente en el interior de cada individuo en su lenguaje, su saber, sus obligaciones, sus normas.
Así mismo, afirma Morin (2001), que la educación del futuro ha de inspirarse en la virtud cognitiva del principio de Pascal: <>
-Lo multidimensional. Sostiene que la sociedad comporta dimensiones históricas, económicas, sociológicas, religiosas, así como, el ser humano es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo, racional. Por tanto el conocimiento pertinente debe reconocer esta multidimensionalidad e insertar allí sus informaciones.
-Lo complejo. Presupone que, el conocimiento pertinente debe enfrentar la complejidad, en ese sentido es imperativo que la educación promueva una <> apropiada para referirse de forma multidimensional, a lo complejo, al contexto en una concepción global.
De lo anteriormente descrito, se desprende que toda propuesta curricular debe estar fundamentada en el análisis de la cultura y la sociedad a quien se dirige, al tiempo que se hace una revisión profunda y crítica de variados aspectos como: lo político, económico, social, religioso y el tipo de educación que se quiere proporcionar al colectivo.
Bibliografía
Morin, E. (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Ediciones nueva visión. Buenos Aires.
Posner, G. (2001). Análisis del currículo. Mc. Graw Hill. Colombia.
Los teóricos de la educación en el correr del tiempo han manifestado que la educación debe tener entre sus actividades principales, producir cambios en el sujeto, así como, proporcionarle nuevos conocimientos, desarrollar habilidades que le permitan desempeñarse en áreas que en principio le eran de difícil acceso.
Al respecto Posner (2001), sostiene que el contenido del currículo debe estar basado en cinco en cinco (05) perspectivas teóricas, donde cada una de ellas determina cómo se ha de abordar la educación que se quiere impartir, es decir desde una perspectiva:
-Tradicional, que facilite la transmisión de conocimientos sobre la cultura originaria y de la idiosincrasia, de manera que permita la transferencia de dominios y destrezas que hagan posible la adquisición de un nuevo conocimiento. Como lo señala el autor, a partir del dominio básico a uno más complejo haciendo uso de tecnologías y terminologías derivadas de la adquisición de nuevos cocimientos.
-Experencial, que considere que todo lo vivido por el estudiante influirá de manera determinante para alcanzar su aprendizaje, de allí que el currículo debe ser flexible en el sentido de tomar en cuenta las individualidades del que aprende, al tiempo de proporcionar los recursos necesarios para su desarrollo intelectual, social y personal, teniendo como referencia su experiencia.
-Estructura de las disciplinas, que permita hacer uso de ideas fundamentales de cada una de ellas. Esto posibilitará a los estudiantes el desarrollo de sus capacidades intelectuales así como, la comprensión de un gran número de fenómenos.
-Conductista, que guíe al estudiante en el análisis de los comportamientos requeridos para identificar sus capacidades para demostrar las destrezas exigidas en el dominio y desempeño de su conocimiento.
-Cognitiva, que propicie al estudiante construir su propio conocimiento, partiendo de lo ya sabido por él, y hacer uso de ese conocimiento para la toma de decisiones, solución de problemas y establecimiento de sus propios juicios.
Por otra parte y en consideración a los siete (07) saberes necesarios para la educación del futuro señalados por Morin (2001), y en donde sostiene que todo conocimiento arrastra consigo el riesgo del error y de la ilusión, entonces la educación debe tener entre sus metas la identificación de los orígenes de errores, de ilusiones y de cegueras.
Igualmente, el autor indica que para que un conocimiento sea pertinente, la educación deberá entonces evidenciar: El contexto, lo global, lo multidimensional y lo complejo.
Es decir:
-El contexto. Indica que es necesaria la ubicación de las informaciones y los elementos en su contexto para que adquieran sentido y generen el verdadero conocimiento, vale decir menos abstracto y más contextualizado.
-Lo global. Supone el conjunto que contiene diversas partes ligadas de manera interretroactiva u organizacional. Desde allí es posible entender a la sociedad como un todo que está presente en el interior de cada individuo en su lenguaje, su saber, sus obligaciones, sus normas.
Así mismo, afirma Morin (2001), que la educación del futuro ha de inspirarse en la virtud cognitiva del principio de Pascal: <
-Lo multidimensional. Sostiene que la sociedad comporta dimensiones históricas, económicas, sociológicas, religiosas, así como, el ser humano es a la vez biológico, psíquico, social, afectivo, racional. Por tanto el conocimiento pertinente debe reconocer esta multidimensionalidad e insertar allí sus informaciones.
-Lo complejo. Presupone que, el conocimiento pertinente debe enfrentar la complejidad, en ese sentido es imperativo que la educación promueva una <
De lo anteriormente descrito, se desprende que toda propuesta curricular debe estar fundamentada en el análisis de la cultura y la sociedad a quien se dirige, al tiempo que se hace una revisión profunda y crítica de variados aspectos como: lo político, económico, social, religioso y el tipo de educación que se quiere proporcionar al colectivo.
Bibliografía
Morin, E. (2001). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Ediciones nueva visión. Buenos Aires.
Posner, G. (2001). Análisis del currículo. Mc. Graw Hill. Colombia.
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